Esta vez escribiré en español porque es un tema que tengo al corazón: Lo siento que este artículo sea largo pero quiero poner las ideas en claro.
Mi hijo13 años tiene tres amigos que
son muy diferentes entre sí. Los conoció en diferentes sistemas escolares y se
hablan en distintos idiomas (esto es lo grande de Andorra). Sin embargo, una de
las primeras veces que mi hijo llevo a casa uno de ellos, dijo que " lo
que es una pena es que Juan no se lleva bien con Xavi o con Francis, tengo que
ver a cada uno en días diferentes o en momentos diferentes. Y los tres son geniales"
Aprendí mucho observando a mis hijos, y he aprendido mucho más sobre mí misma. El
otro día mi hijo le preguntó a uno de los tres para preparar la revisión del libro
Le Horla en casa. Vi a mi hijo frente a su hoja A3 en gran agitación; escribiendo palabras, preguntando y hablando como
en un debate. Como pueden ver, había colores, diagrama y ramas. (Adjunto). Fue FABULOSO para observar.
Luego varios meses más tarde, uno de los tres se le ocurrió llevar a mi casa un juego; "Call off Duty - . Certificado 18 " No me gustan los juegos, menos con violencia, pero lo dejo. Todos estos niños están en este punto. Observo que los dos están saltando en el sofá...no sé bien de sustos de los Zombis. Uno pierde, el otro gana, las imágenes de la pantalla muestran seres sangrando... pero luego en la medida que el juego progresa, los papeles parecen sufrir una mutación, (cambio sin retorno). Ahora están cooperando para ganar al oponente y causan menos dolor al personaje central. Y cuando les digo que ya no están en el proceso de matarse, el amigo respondió.. " Nos dio mucha pena cuando el otro perdia ( cuando el otro perdia?!) asi que decidimos jugar en equipo ".
Luego varios meses más tarde, uno de los tres se le ocurrió llevar a mi casa un juego; "Call off Duty - . Certificado 18 " No me gustan los juegos, menos con violencia, pero lo dejo. Todos estos niños están en este punto. Observo que los dos están saltando en el sofá...no sé bien de sustos de los Zombis. Uno pierde, el otro gana, las imágenes de la pantalla muestran seres sangrando... pero luego en la medida que el juego progresa, los papeles parecen sufrir una mutación, (cambio sin retorno). Ahora están cooperando para ganar al oponente y causan menos dolor al personaje central. Y cuando les digo que ya no están en el proceso de matarse, el amigo respondió.. " Nos dio mucha pena cuando el otro perdia ( cuando el otro perdia?!) asi que decidimos jugar en equipo ".
Se trata de dos pequeños ejemplos y cada uno puede encontrar los suyos
propios . Los niños, sienten la necesidad de compartir y ayudar. Se
ha demostrado cómo niños de 18 meses ayudan a alguien que no conocen cuando
éste lo necesita: el niño es capaz de pensar en lo que necesita el adulto y
ofrecerle su ayuda (ver video la investigación de Warneken y Tomasello).
El ser humano, creo yo, tiene una
preferencia para la bondad, la
amabilidad, y la ayuda, sin embargo, aparece una " desprogramación " (los adultos
somos los culpables) que después de años producen adolescentes y jóvenes adultos indiferentes, desilusionados,
cerrados, egoístas, violentos y cínicos.
(Pero no siempre rebeldes).
Así que yo quería que pensemos todos a alternativas para volver a promocionar este altruismo
a nivel escolar y combatir estos campos de batallas, rivalidades y bullismo que
uno sabe existe en el recreo. Hoy encontramos un montón de iniciativas que
existen en Europa y en el mundo y que busque en Google; Iniciativas fabulosas, pero el fondo del éxito
no va a los adultos, pero a los adolescentes que participaron. Uno es un club “Espírito
Alto” de adolescentes anónimos y que
secretamente tenían que hacer actos gratuitos de bondad (Random act of kindness)
y debían descubrir quien estaba en el club. Me explico: Todos tenemos emociones,
todos tenemos nuestra mirada (lo que los otros perciben mirando en nuestro
ojos) y finalmente tenemos nuestras acciones. Son las acciones que determinan el
altruismo de una comunidad.
Las competencias emocionales se pueden enseñar: Los adultos podemos enseñar a los niños a ser optimistas, a ser
altruistas (ayudar sin pedir nada a cambio), a ser empáticos (ponerse en lugar
del otro: sin juzgarlo) y a ser compasivos (con-moverse con lo que siente y le
sucede al otro) únicamente si tenemos esta misma actitud y esta misma
experiencia.
Las lecciones sobre generosidad,
las teorías sobre respeto, los métodos sobre como aprender, los valores SOLO entran en la mente, SOLO se convierten en
pensamientos positivos cuando se practican. Hoy tuve la gran suerte de oír a
Antoni Struch sobre como activar la inteligencia en niños “NO HAGAS LO QUE EL
NIÑO PUEDE HACER” Exacto!!! El altruismo
no se puede realmente enseñar pero puedes ayudar a que lo perciba.
Voy a estirar un poco
más mi idea: es el sentido de contribuir al bienestar del otro, aunque no haya
elogias, que provoca las ganas de repetición y reciprocidad. “Mi amigo sabe
ahora como poner orden en sus ideas haciendo mapas”, “mi amigo se siente mejor
en su relación con migo si no estamos compitiendo. Me siento feliz para mi, repetiré
lo que hice para siempre sentir este “calentito” en mi corazón.”
Cada día repito que
estos jóvenes están hartos de oírnos (los educadores) hablar y habla cuando
pueden estirar de sus mentes las conclusiones y conceptos que les serán útiles y que serán suyos. Solo
abrirles las reglas sencillas del pensar; Reconocer, analizar, comparar, seleccionar,
mirar alternativas, organizar, consolidar y concluir – el proceso completo va
muy muy rápido, una 1/100 segundos. Solo hacerles usar las herramientas del pensamiento
como son “ mirar alternativas, considerar todos los factores, intuir sobre la prioridad más importante
delante de sus ojos”. Es el juego de las
preguntas que hace que el estudiante aprecia su maestro. Esta regla
rudimentaria de “preguntarse”, de abrir posibilidades, de ir a buscar, tiene el efecto de la onda sobre el agua, y que
estas reglas del pensar pase de amigo a vecino, de manera benévola i natural. Esto
es lo que yo veo el “altruismo escolar”.
Estudios muestran que
el optimismo baja con la edad…que horror para esta generación! El acto al azar
de bondad es la única manera de desarrollar su propia felicidad.
Os invito a mirar el video
de: “las raíces de la empatía”, desarrollado por la profesora Schonert-Reichl,
y los resultados obtenidos en los niños, en relación al aumento de sus
competencias prosociales, y escolares.
(Ver también el programa “Mind Up”: los
diarios de agradecimiento).
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=7EmZJUDVBNQ
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=7EmZJUDVBNQ
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